Tu bebé va creciendo. Llega ese momento en el que te planteas que quizás habría que ir pensando en guardar la cuna y mirar los distintos tipos de camas para niños. Si os parece, más adelante hablaremos de este proceso desde el punto de vista de la maternidad o crianza. Os contaré cómo lo hicimos nosotros con la mayor. Y qué «apaños» empleamos para evitar que se cayera por si os sirve de ayuda. Pero, «periodos de adaptación a nuevas etapas» aparte, hoy vengo a hablaros de decoración.
Ya me vais conociendo y sabéis que soy fan de las soluciones versátiles. Objetos y muebles que me permitan sacarles mucho partido. Que, además del aspecto práctico, cumplan con mis gustos estéticos. Soluciones y opciones hay infinitas. Pero hoy pretendo haceros una relación de las más habituales. Además, os comentaré cuáles me resultan más bonitas y prácticas. Adaptables al crecimiento del peque o a las variaciones que queramos ir haciendo en la decoración de la habitación.
ASPECTOS A TENER EN CUENTA A LA HORA DE ELEGIR ENTRE LOS TIPOS DE CAMAS PARA NIÑOS
En primer lugar, obviamente tendríamos que valorar el espacio del que disponemos y si la habitación será o no compartida con algún hermanito.
Personalmente me decantaría más por una opción «evolutiva». Aquella que nos permita ir haciendo pequeños cambios y adaptarla al paso del tiempo sin demasiado esfuerzo. Y que, por tanto, nos resulte un mueble que a la larga amorticemos bien. Es cierto que hoy en día podemos encontrar camitas baratísimas. Pero no deja de ser un engorro el tener que estar sustituyéndolas al poco tiempo de haberlas comprado.
De hecho, yo soy de las que opinan que es perfectamente prescindible el uso de la mini-cuna o moisés para el bebé recién nacido, por el mismo motivo. Adaptándole la cunita grande podemos utilizarla desde el primer momento y durante años sin ningún problema.
TIPOS DE CAMAS PARA EL CASO DE UNA HABITACIÓN INDIVIDUAL.
1- Específicas para niños. Con estructuras diseñadas con motivos claramente infantiles. Con forma de coche, barco, carroza de princesa, luna, nube…También las que tienen la barrerita anticaída incluida en la estructura. Habitualmente de pequeño tamaño. Nadie puede negar lo bonitas que son. Decoran por sí mismas sin necesidad de añadir nada más. Las hay alucinantes y a los peques les encentará.
En la imagen a continuación os muestro una de Maisons du Monde. En este caso, también hace las veces de «refugio» y espacio de juegos para los niños.
Pero, francamente, además de que habitualmente son bastante caras, me resultan poco prácticas. Ya sabéis que estos chiquitines, en lo que a velocidad de crecimiento se refiere, no se cortan un pelo. Obviamente, las tendremos que cambiar en un corto espacio de tiempo porque les quedarán pequeñas enseguida. Aunque en cuanto a gustos, criterios y circunstancias no hay nada escrito. Por otra parte, creo que condicionan demasiado el resto de la decoración de la habitación y suelen ser un poco aparatosas.
2- Cunas convertibles en cama. Es una opción interesante que nos permite alargar la vida útil de uno de esos «trastos» que nos vemos obligados a comprar cuando son bebés. Podemos encontrarlas integradas en una estructura que además añade cajones, estanterías, el cambiador…
Aunque indudablemente las dimensiones, que suelen ser las de una cuna estándar, también nos llevarán a tener que cambiarla en unos años. A continuación os dejo un modelo de Ikea.
3- Con estructura de casita o con dosel. A ras de suelo en general o a baja altura (tipo Montessori…). Como sabéis ésta filosofía procura que prime la autonomía del pequeño. Al encontrarse la cama a su alcance, le permite subirse y bajarse sin ayuda.
Este tipo de camitas, en especial las de estructura de casa, las veremos mucho en habitaciones de estilo nórdico. Creo que quedan preciosas y nos permiten jugar muchísimo con la decoración. Pero de nuevo, pienso que en poco tiempo se quedan pequeñas o con un diseño demasiado infantil para cuando van creciendo y no les apetece dormir dentro de una casita…
La principal pega que se les suele poner es el temor a que resulten frías o poco higiénicas, por el polvo del suelo y demás. Muchas van sin somier ni patas. Aunque se pueden encontrar soluciones que solventen este problema. Por ejemplo, añadir debajo una colchonetilla o alfombra que la aísle del suelo.
4- Camas individuales sencillas de dimensiones estándar. En este caso, aunque la cama en sí no sea nada del otro mundo, podemos jugar con otros componentes que aportarán valor al mueble. Buscar una opción que incluya cajones debajo. Bien porque la estructura así lo tenga previsto o comprándolos aparte con las dimensiones apropiadas. Lo ideal es que lleven ruedas para que nos sea más fácil usarlos. Ganaremos muchísimo en espacio de almacenaje y nos permitirá tener más despejada la habitación.
Además, podremos jugar también con los cabeceros. Siempre nos será más sencillo y económico cambiarlo y adaptarlo al crecimiento del niño que si tuviéramos que comprar otra estructura, somier y colchón nuevo.
5- Tipo sofá-cama. Este último también es muy práctico. La cama desempeña un papel durante el día (asiento, rincón de lectura…) y otro por la noche. Encontraremos estructuras con forma de chaiselonge, diván o similar que nos facilitan este uso. Pero también podremos conseguirlo jugando con los cojines en cualquier tipo de cama. Los que son tipo «rulo» o caramelo, nos servirán a modo de reposabrazos y el resto de respaldo.
6- Otra solución es la de las camas abatibles. Permiten optimizar el espacio de la habitación y normalmente cuentan con mueblecitos y repisas de almacenamiento extra.
Aunque personalmente creo que es un acierto utilizar la cama como base para jugar con la decoración de la estancia y esta opción impide esa posibilidad. Pero práctica desde luego que lo es.
7- Con estructura que incluye cabecero y pie, de madera o metal. Pero que no necesariamente nos condicione para utilizarla en una habitación infantil. Sino que, con el tiempo, también podremos usarla en una juvenil.
Aquí podemos incluir las que son extensibles. Aquellas que ofrecen la posibilidad de ampliarlas en función del crecimiento de los peques. Desde mi punto de vista, esta opción es interesantísima. Os dejo el link de una de Ikea. Es la que aparece en las dos primeras imágenes que os muestro a continuación.
A continuación detallaré las opciones en caso de habitación compartida. No estaría de más tenerlas en cuenta también cuando se trate de una habitación que habitualmente esté destinada a un solo niño. Considero que puede resultar práctico contar con una segunda cama por si se queda a dormir un amiguito, un primo, etc…
OPCIONES EN EL CASO DE HABITACIÓN COMPARTIDA:
Obviamente partimos de la base de que en el caso de que contemos con una habitación de buenas dimensiones podemos colocar dos camitas individuales del tipo de cualquiera de las que os he comentado anteriormente. O también combinar una de cada clase.
Pero si vais justas de espacio o queréis aprovecharlo al máximo para que vuestros hijos dispongan de una mayor superficie para jugar o estudiar, las soluciones adecuadas serían las siguientes:
– Doble cama, que ocupa el espacio de una.
- Literas (fijas o abatibles). Sólo me decantaría por esta opción en el caso de que uno o los dos hermanos tengan ya la edad suficiente como para poder subir y bajar sin demasiado peligro por las escalerillas. Si no, me parecería muy incómodo e incluso temerario…
En Ikea podéis comprar una litera concreta que es ideal para niños de corta edad y que nos permite jugar con distintas opciones. Poner una sola cama abajo (la litera baja queda a ras de suelo), poner las dos o utilizar la parte baja a modo de espacio de juegos, lectura, refugio…Os dejo el link por aquí por si os interesa.
- «Cama-nido». Ésta es mi opción estrella para el caso de una habitación doble. Aparte de aprovechar al máximo el espacio durante el día, podemos utilizar la cama de abajo sin desplegar las patas. De esa manera, es ideal para que la use un nene de corta edad porque se pueda subir y bajar solito. Además, nos permite ahorrarnos barreras de cama o similar por miedo a una caída.
Como veis ¡será por tipos de camas para niños en el mercado!…Por supuesto podéis encontrar muchos más. Pero éstos son los más relevantes y habituales desde mi punto de vista. En otro post comentaremos los aspectos que tenemos que tener en cuenta de cara a la decoración de la habitación en función de la cama. Cómo podemos vestirla mejor, elementos que la realzan, camas más versátiles para cambiar la imagen de la habitación con el tiempo…Espero haberos ayudado a tener más claro por qué camita os decantaréis para vuestro peque. Quiero leer vuestros comentarios, experiencias y opiniones al respecto. Un besazo. ¡Nos leemos pronto!
Cómo me gustan las de cabecero de metal y las blancas de madera…aisnnnnn. Mi rubio aun no tiene cama y a este paso no sé cuando la tendrá, pero me la imagino así.
Las de metal también son mis favoritas!!! Aquí tienes entonces un montón de ideas para cuando te toque buscar camita para el peque. Me alegro de que te haya gustado. Un besazo y gracias por comentar!