Otoño con estilo

 Aunque ya nos hemos adentrado sobradamente en el otoño y empiezan a sonar las campanitas navideñas, espero que este post aún os pueda servir de ayuda. Perdonadme por el retraso. Pero ya sabéis que las mamás andamos siempre justas de tiempo. Me he decidido a escribirlo porque este año el otoño está resultando enormemente inspirador para mí.
   Creo que es una estación a la que siempre he tenido infravalorada. Quizás me resultara un poco antipática porque es la que sigue tras el adorado verano y parece como si viniera a recordarnos que se acabó “lo bueno” y que de nuevo empieza “la guerra”.

   Llega de la mano de la temida “vuelta al cole”, con sus correspondientes jornadas maratonianas que inician al alba,  tras una noche sin haber repuesto fuerzas ni por asomo, y acaban a horas indecentes, sin fuerzas para nada más. Y no hablemos de sus constantes cambios de tiempo: lluvia, sol, fresco, calor, nubes, viento…En cuestión de vestimenta, acertar cada día para no pasar frío ni calor y conservar la elegancia se convierte en todo un arte.

   Pero a pesar de todo, me he dado cuenta de que esta estación está impregnada de magia por diversos motivos. Afrontar el reto del inicio de curso implica irremediablemente sentarse a diseñar la estrategia para que todo fluya (cuadrar horarios, organizar el material necesario…). Las exigencias de ese misterioso ente al que llamamos conciliación llaman implacables a nuestra puerta.

   Esta labor de coordinación puede ayudarnos a rediseñar nuestros objetivos del año. Encontrar nuevas metas que alcanzar y el camino para llegar a ellas. Y, lo más importante, recordarnos por qué luchamos cada día, cuál es la fuerza que queremos que nos mueva. Conviene rememorar nuestra escala de valores. Resaltar a qué cosas debemos dar verdadera importancia y cuáles no son más que cuestiones de organización de la rutina diaria. Y que si estas últimas no salen del todo bien, no implican que se acabe el mundo ni que seamos unas madres desastrosas.

   También es importante subrayar cuáles son nuestros “innegociables”. Aquellos a los que no pensamos renunciar y que harán de guía o referente del que partiremos para organizar todo lo demás. Al hilo de este asunto, os recomiendo que le echéis un vistazo, las que aún no lo conozcáis, al manifiesto del “club de las malas madres”:

(http://clubdemalasmadres.com/norenuncio/)

   Puede convertirse, por tanto, en un momento similar al del comienzo de un nuevo año. Así que no está nada mal aprovechar la oportunidad para desempolvar esa lista que tendemos a redactar cada 1 de Enero con motivación e ilusión y que, a menudo, queda en el olvido conforme pasan los días. Aún estamos a tiempo…Sería ideal que este ejercicio de higiene y orden mental lo realizáramos a diario; pero ya que lo “ideal” habitualmente  no casa con la realidad de este mundo de locos, aprovechemos los cambios de ritmos e inicios de nuevas etapas que nos propone el propio curso.

   Volviendo al tema de los cambios bruscos de tiempo, hemos de ser conscientes de que probablemente afecten a nuestro estado de ánimo. Mientras tengamos en cuenta que las horas de luz van siendo más escasas y que podemos pasar del más romántico “veroño” al frío polar en cuestión de minutos, será fácil armarnos con las herramientas mentales necesarias para combatir esa pequeña montaña rusa emocional en la que a veces nos vemos inmersas. A todos nos pasa. Está estudiada la influencia de la luz y del tiempo en nuestra mente. Cuenta con ello y no le des demasiada importancia si sientes que te pones triste sin motivo aparente o que pasas del subidón a la melancolía en cuestión de horas. Mientras no te dejes arrastrar por ese «sube y baja» y busques apoyos (cosas que te hagan reír, salir un ratito a la calle, escuchar música…) que te ayuden a volver a un buen estado de ánimo, una y otra vez, todo estará bajo control.

   Encuentra la belleza de esa luz tan especial que sólo podemos apreciar en este época. El sol parece presentarse con timidez entre las hojas de los árboles que visten un sinfín de tonos ocres, amarillos, naranjas, rojizos…

   Aprovecha esos ratitos en los que el tiempo se mantiene agradable para pasear y refrescar la mente y el cuerpo. Organiza excursiones en familia. Los peques disfrutarán muchísimo descubriendo el entorno. Hojas de infinidad de formas y colores, bichitos, caracoles, castañas, piñas y mil tesoros más que esconden nuestros bosques estos días gracias a la humedad del ambiente. Disfrutaréis muchísimo seguro.

   Y cuando la lluvia y el frío hagan repensarse salir a dar un buen paseo, no desperdiciéis la oportunidad de una tarde de manualidades o juegos de mesa. O de una buena peli con algo calentito. El encanto de sentirse refugiado en casa mientras se contempla la lluvia a través de la ventana, tampoco está nada mal.

   Y para los más gamberros, ¿qué tal si nos enfundamos unas buenas botas de lluvia, paraguas y chubasqueros y nos animamos a salir y saltar en los charcos? Ya habrá tiempo para lavar la ropa y sentirnos calentitos y confortables. Pero estos ratitos de «locura» nos dan la vida. Vamos, que a lo tonto he encontrado muchos motivos por los que el otoño no está nada mal. ¿Te he convencido?

   Y después de destacar las bondades de esta época, centrémonos en la moda. Ya que en este post pretendo hablar de estilo, no encuentro una estación más inspiradora que ésta para encontrar ideas para looks ideales. En cuanto acaba el verano y bajan las temperaturas, inconscientemente, tendemos a guardar en una caja todas aquellas prendas de colores alegres que lucimos en temporada de sol y calor, para uniformarnos con tonos grises, negros, azul marino… Estos colores no tienen nada de malo. Son básicos imprescindibles. Pero ¿qué tal si aprendemos a combinarlos con acierto con prendas y complementos que contrasten y les aporten luz y gracia? Si observamos que en nuestro armario reinan los oscuros, tomemos medidas y busquemos los tonos de la naturaleza. Esto contribuirá a «torear» la tristeza que a veces parece que acompaña esta época.

   No hay duda de que la máxima de este tiempo es saber jugar con distintas prendas que nos permitan “quitar y poner” capas según el momento del día y el clima que impere. Y si hay una reina de las superposiciones magistrales y el acierto con el mix, es Olivia Palermo, la famosa it girl americana. Aún no he visto un look suyo que no me parezca arrebatadoramente estiloso y digno de copiar. Por supuesto, acudiendo a equivalentes low cost de sus prendas, porque las marcas que usa no se ajustan precisamente a todos los bolsillos.

   Os he hecho una recopilación de ejemplos que pueden darnos grandes ideas para vestir con estilo estos días. He buscado opciones que nos sirvan para cualquier día de trabajo, gestiones, salida con nuestros hijos… En definitiva, looks «todo terreno» para una jornada normal. Aunque quizás habría que bajarle un poco el alto de los taconazos para el trote diario.

   Contrastes entre tonos claros y oscuros, lisos y estampados. El animal print (falda) sigue siendo tendencia. Abrigos cortos que nos permitan más comodidad de movimiento y que nos podemos permitir, puesto que el frío aún no es muy intenso, combinado con un jersey calentito de cuello vuelto que sustituye a la clásica bufanda.

   Toques de color que podríamos considerar más propios del verano, como el anaranjado de la cartera y el tacón de las botas. Pero que, como nos demuestra Olivia, pueden darle un punto de luz  y sofistificación a nuestra imagen y no están reñidos con este tiempo.

   Medias tupidas y extra-calentitas que nos permitan llevar falda a pesar del frío.

   Los abrigos se reinventan, pierden las mangas o se convierten en un maxi-chaleco. Vuelve la tendencia de colocar por debajo de cualquier prenda la camisa o camiseta blanca, que es una apuesta segura. Juego de texturas: la piel de los leggins y el terciopelo del bolso. Trenza desenfadada.

   Con el fular de animal print y la cartera fluor rompe el neutro del resto del look. Juega con las parkas. Aún puedes encontrar días en los que sacar tus bailarinas y mocasines a pasear.

   Leggings de cuero. Esa camisa blanca que vuelve a ser un must. Adivinamos el pelo del chaleco negro que aparece por debajo del abrigo y que parece ser una prolongación del mismo, aportándole un detalle especial. Botas altas, por encima de la rodilla.

144534, Olivia Palermo and husband Johannes Huebl seen leaving st Ambroeus restaurant in west village, NYC. New York, New York – Tuesday November 03, 2015. Photograph: © PacificCoastNews. Los Angeles Office: +1 310.822.0419 sales@pacificcoastnews.com FEE MUST BE AGREED PRIOR TO USAGE

Aunque los clásicos siempre serán bienvenidos, aquí tenéis una selección de abrigos muy originales. Solapas que contrastan con el resto de la prenda porque cambian de color o de textura. Juego con pelo y punto. Una pieza protagonista como este último en tono mostaza. Ilumina tu aspecto y es enormemente favorecedor. Si además va a juego con el bolso: un diez.

El color burgundy o borgoña tanto en complementos como en la prenda principal. Maxi gargantillas, que rompen con el liso. Zapatos a los que no les falta un detalle que encante.

   Tweed y estampados de inspiración escocesa. Botas muy por encima de la rodilla. Aunque a Olivia le sientan genial porque tiene las piernas largas, no termina de convencerme esta moda para mí. Siempre me ha gustado estar al día de las tendencias. Pero mi máxima es sólo seguir aquellas modas que no estén reñidas con la comodidad, mi estilo, que estéticamente me gusten y que me favorezcan. Si no es así, no sucumbiré.

Creo que este tipo de botas no son aptas para todos los públicos. Si como yo, no eres muy alta deberías descartarlas puesto que si no, tus piernas serán «todo bota». En cambio, con el talle un poco más bajo y algo de tacón, sin pasarte, porque se vería desproporcionado, son una muy buena opción para el otoño. O también el botín por debajo del tobillo es ideal, si como yo, ves el mundo desde abajo.

Burgundy. Complementos que resaltan la cintura.Abrigos de inspiración militar, muy estructurados, con grandes botones, hombreras.

Chalecos de pelo. Faldas midi.

Estampados étnicos. Ante.

Looks seventies. Pantalones campana. Faldas midi.

   ¿Qué os parece? ¡MARAVILLOSA! Podríamos estar horas comentando estos looks. En definitiva, las opciones son infinitas. No hay excusas para salir guapas a la calle a pesar de la indefinición del tiempo. Los setenta vuelven con toda su fuerza. En algunos de estas combinaciones me parece estar viendo antiguas fotos de mi madre por esos tiempos. ¡Qué ideales iban!¡qué estilazo! No hay reglas, sólo ideas. Si te gustan o inspiran cógelas. Y si no, sencillamente déjalas pasar. Pero nunca pierdas tu esencia, esa que te hace bonita por dentro y por fuera. La que te hace única. Os dejo hasta el próximo post. Espero vuestros comentarios. Por cierto, ¡ya a Navidad! ¡me encanta! Hoy empieza diciembre. Que las luces, las compras y los empachos no nos impidan saborear lo que viene a recordarnos este tiempo: que el AMOR y la FAMILIA son lo más importante. Otro día hablaremos de esto.